The Number of the Beast es el tercer álbum de estudio de la banda británica de heavy metal Iron Maiden, publicado en marzo de 1982. Este trabajo supone el primero con el vocalista Bruce Dickinson y el último con el percusionista Clive Burr.
The Number of the Beast tuvo un gran éxito entre la crítica y el público, y llegó el puesto número uno en Reino Unido para la banda y la certificación de disco de platino en Estados Unidos. Dos sencillos fueron extraídos del álbum: «The Number of the Beast» y «Run to the Hills»; este último fue el primer sencillo de la banda en alcanzar el top 10 en Reino Unido. El álbum también tuvo polémica debido a la naturaleza profana de las letras y su portada.
Desde el lanzamiento de The Number of the Beast y su correspondiente gira, The Beast on the Road, «The Beast» (La Bestia) ha sido un nombre alternativo para Iron Maiden, y sería más tarde utilizado en los títulos de algunos recopilatorios y trabajos en directo, como por ejemplo Best of the Beast y Visions of the Beast.
The Number of the Beast es el único álbum de Iron Maiden que incluye créditos de composición de Clive Burr, y el primero con temas escritos por Adrian Smith. Además, Steve Harris adoptó un enfoque diferente en la composición, para aprovechar la voz de Bruce Dickinson. El productor del álbum, Martin Birch, comentó: «Sencillamente no creo que [el anterior vocalista Paul Di'Anno] fuera capaz de cantar algunas de las líneas que Harris tenía en mente [...] cuando Bruce llegó, se abrieron un montón de posibilidades para el nuevo álbum».
Según varias entrevista, Dickinson estuvo muy involucrado en la composición de varias de las canciones del álbum, en particular «Children of the Damned», «The Prisoner» y «Run to the Hills». Debido a asuntos contractuales con su anterior banda, Samson, Dickinson no podía tomar parte en ninguna de las composiciones para el álbum y sólo podía realizar «contribuciones morales», lo que significaba que podía influir en algunos temas, pero no realizar grandes contribuciones como para obtener créditos de composición. La grabación y la mezcla del álbum fue completada en tan sólo cinco semanas.
La prensa musical contó que durante la grabación en los estudios Battery, sucedieron fenómenos inexplicables, como que las luces se encendían y apagaban sin motivo aparente y el equipo de grabación se rompió misteriosamente. Estos incidentes llegaron a su clímax cuando el productor Martin Birch accidentó su coche contra un autobús lleno de monjas. La factura de la reparación de su automóvil fue de 666 GBP.
El álbum fue seriamente criticado por varios grupos conservadores, especialmente en los Estados Unidos, donde la banda fue acusada de ser satánica. Estos grupos organizaron quemas públicas de los trabajos de Iron Maiden, sin embargo, algunos grupos religiosos optaron por destrozarlos a martillazos, por temor a la inhalación de los humos de los vinilos quemados. Harris declaró: «Fue una auténtica locura. Obviamente no habían leído las letras del álbum. Sólo lo hacían porque creían en toda esa basura de que éramos satánicos». Como resultado, la gira The Beast on the Road fue objeto de numerosos boicots y manifestaciones. Los activistas rodearon las zonas de los conciertos y repartieron folletos a los asistentes, e incluso en una ocasión levantaron una cruz de veinticinco metros.
Desde su lanzamiento, el álbum ha recibido constantes elogios de la crítica. Allmusic lo describió como «sencillamente uno de los mejores álbumes de heavy metal que se hayan publicado». Sputnikmusic lo nombró «un clásico en el mundo del metal», mientras que BBC Music alabó los complejos arreglos del disco. Q situó el álbum en el puesto cien en su lista de los «100 mejores álbumes británicos» de todos los tiempos en el año 2000; al año siguiente lo colocó en la primera posición de los «50 álbumes más heavy de todos los tiempos»; y en 2006 fue situado en el puesto cuarenta de los «40 mejores álbumes de los '80». IGN y Metal Rules situaron en la tercera y la segunda posición, respectivamente, en sus listas de los mejores álbum de heavy metal.The Number of the Beast está incluido en el libro 1001 discos que hay que escuchar antes de morir aunque otro disco de la banda, Iron Maiden, también figura en la lista.
En 2001, la BBC realizó un documental sobre The Number of the Beast como parte de la serie Classic Albums, y que fue publicado como DVD ese mismo año. En mayo de 2012, The Number of the Beast fue elegido por HMV como el mejor álbum británico de los últimos sesenta años, por delante de trabajos de Pink Floyd, Led Zeppelin y The Beatles.
Como todas las portadas de Iron Maiden de los años 1980 y 1990, la carátula de The Number of the Beast fue realizada por Derek Riggs. La portada fue creada originalmente para la canción «Purgatory», pero el mánager Rod Smallwood consideró que era un trabajo demasiado bueno como para usarlo en un sencillo, y decidió guardarla para el álbum. La portada original de 1982 incluye un cielo azul de fondo; esto fue un error de los impresores, y fue retocada más tarde, de tal manera que el color del cielo se ilustró con negro para la re-edición de 1998.
La portada también fue objeto de controversia, particularmente en América. En ella Eddie controla a Satán como si se tratara de una marioneta, mientras Satán controla a un pequeño Eddie. Smallwood explicó que el concepto de la portada se basa en las preguntas: «¿Quién es el verdadero diablo? ¿Quién controla a quién?». Según Riggs, el concepto está inspirado en el cómic Doctor Strange, «en la que el protagonista podía manipular a quien quisiera como si de una marioneta se tratara»; mientras que las imágenes del infierno las tomó de su «conocimiento de la Europa cristiana de la época medieval».
La portada del álbum ha sido parodiada en varias ocasiones, como por el grupo de crossover thrash Stormtroopers of Death, en su álbum de 1999 Bigger than the Devil, y por la línea de camisetas de Streetwear brand Diamond Supply Co.
El 24 de octubre de 2002, la banda de metal progresivo Dream Theater tocó el álbum completo en La Mutualite en París, Francia. La actuación se grabó y publicó a través de la discográfica de la banda, YtseJam Records.
«Run to the Hills» la versionó un supergrupo para el álbum tributo Numbers from the Beast; los músicos que la grabaron fueron el vocalista Robin McAuley, los guitarristas Michael Schenker y Pete Fletcher, el bajista Tony Franklin y el batería Brian Tichy. El álbum A Tribute to the Beast, Vol. 2 contiene versiones de «Children of the Damned», por Sebastian Bach ex vocalista de Skid Row, y de «Hallowed Be Thy Name», por Iced Earth, estos últimos incluyeron esta canción y su versión de «The Number of the Beast» en su álbum Tribute to the Gods. «Hallowed Be Thy Name» también ha sido versionada por Machine Head en Maiden Heaven: A Tribute To Iron Maiden, publicado por la revista Kerrang! en 2008, y por Cradle of Filth, mientras que «The Number of the Beast» la versionó Djali Zwan para la banda sonora de la película Spun y el grupo de thrash metal alemán Kreator, en su sencillo «Phantom Antichrist».
Varias de las canciones del disco han sido utilizadas en videojuegos; «Run to the Hills» aparece en SSX On Tour como tema de apertura, y en Rock Band, donde es la única canción listada como 'Imposible' de tocar para todos los instrumentos. Además, «The Number of the Beast», «Run to the Hills» y «Hallowed Be Thy Name» aparecieron como canciones descargables en Rock Band, el 8 de junio de 2009.«The Number of the Beast» se incluyó en los videojuegos Guitar Hero III: Legends of Rock y Tony Hawk's Pro Skater 4.
Os dejo con el primer corte del álbum, INVADERS.